martes, 1 de septiembre de 2009

Persia antigua

Persia antigua

Cordilleras, mesetas, estepas y desiertos caraterizan un difícil medio físico entre el Éufrates al este, el Golfo Pérsico al sur, el Indo al este y los Montes Elburz, el Mar Negro y el río Oxus al norte. No obstante, también son la vía terrestre que conecta el Próximo Oriente con el Asia Central y el Asia Meridional (más difícilmente, siendo más usada la conexión marítima); y a través de esas zonas, en última instancia, con el Extremo Oriente. La extensa región persa o irania cumpliría un papel clave en la teoría indoeuropea, de debatida validez, que suponía la existencia de un grupo ancestral de pueblos de las estepas portadores de rasgos comunes (lingüísticos, étnicos, culturales e incluso de estructura del pensamiento), esencialmente ganaderos (otorgaban un gran valor a vacas, caballos y perros), con una estructura social patriarcal, jerarquizada y triádica (visible incluso en su panteón de dioses[6] ), que protagonizaron una gigantesca expansión que incluiría la conquista de la India por los arios, la de Europa por los predecesores de griegos, latinos, celtas, germanos y eslavos, y la de Mesopotamia, Anatolia, Levante y Egipto por medos y persas, que son específicamente los pueblos indoeuropeos de esta zona.

Civilizacion proto-elamita.

El período Proto-Elamita discurre entre alrededor del 3200 a. C. al 2700 a. C. cuando Susa, más tarde capital de los elamitas comenzó a recibir influencia de las culturas de la meseta iraní. En términos arqueológicos se corresponde con el período Banesh tardío. Esta civilización es reconocida como la más antigua de Irán y fue ampliamente contemporánea con su vecina, la civilización sumeria, la más antigua del mundo, que comenzó alrededor de 5200 a. C.

Se sabe que el territorio de Elam esta habitado desde el VIII milenio a. C. En el VII milenio a. C. se inicia una civilización agrícola basada en la irrigación fluvial, en VI milenio a. C. se pasa a una irrigación artificial similar a la de Mesopotamia, en el IV milenio a. C. nos encontramos con una comunidad calcolitica muy implantada y con contactos comerciales con Mesopotamia, Beluchistán y el valle del Indo, en este milenio surge también la ciudad de Susa la cual es tan antigua como las ciudades de Sumeria en Mesopotamia, en el III milenio a. C. se construyen muchas otras ciudades por el territorio de Elam.

La escritura proto-elamita es un sistema de escritura de principios de la Edad del Bronce brevemente en uso para el antiguo idioma elamita antes de la introducción del cuneiforme elamita.

Imperio elamita.

El antiguo Imperio Elamita, تمدن عیلام en fārsi, se situaba al este de Sumeria y Acad, en el actual suroeste de Irán. Los elamitas llamaban a su país Haltamti (en tardío elamita, Atamti), del cual sus vecinos acadios adaptaron como Elam. El alto Elam fue posteriormente más y más identificado por su baja capital, Susa, y geógrafos posteriores a Ptolomeo la llamaron Susiana. El nombre de Elam en antiguo persa fue Hujiyā, el cual sobrevive en el nombre de la provincia Khuzestān (Juzestán. Juzestān junto con Fars contienen los restos del antiguo Elam.

La lengua elamita no está relacionada con los otros tres o cuatro, cuatro (si se cuenta a camitas y a semitas separados) o tres (si se cuenta a camitas y a semitas juntos (en la macrofamilia camito-semítica (del mismo rango que la macrofamilia indoeuropea)))) grupos lingüísticos vecinos: camito-semita, sumerio e indoeuropeo (concretamente iraní). Algunos expertos creen que la lengua de los elamitas está emparentada con las actuales lenguas drávidas del sur de la India (ver lenguas elamo-drávidas). Las referencias coetáneas y las representaciones artísticas señalan que los elamitas eran un pueblo negro de piel y de cabello rizado u ondulado.

Civilizacion de jiroft

La civilización de Jiroft (en persa تمدن جيرفت) es la propuesta de una civilización de la Edad del Bronce ubicada en Sistán (Iran). Fue propuesta por Yousef Madjidzadeh en 2003 sobre la evidencia de artefactos arqueológicos incautados por la autoridades iranies.

Pueblos iranios

Los pueblos iranios (persa antiguo: Arya, persa medieval: Eran) son un conjunto de grupos étnicos caracterizados por su empleo de lenguas iranias y su descendencia de antiguos pueblos de la meseta iraní.[1] [2] Los pueblos iranios viven principalmente en Oriente Medio, Asia Central, el Cáucaso y partes del subcontinente indio, aunque pueblos que hablaban las lenguas iranias fueron hallados en el pasado por toda Eurasia, desde los Balcanes hasta la China occidental.[3] [4] Como los pueblos iranios no están confinados en los límites del estado actual de Irán, se emplean términos como pueblos iranios o pueblos iránicos para evitar confusión con los ciudadanos de Irán (iraníes).

Los tipos de grupos étnicos que forman los pueblos iranios se remontan a una rama de los antiguos Proto-Iranios. Los hallazgos arqueológicos en Rusia, Asia Central y Oriente Medio han aportado escasa información sobre el modo de vida de estas primeras gentes. Los pueblos iranios han tenido un papel muy importante a lo largo de la historia: los persas aqueménidas establecieron uno de los primeros estados multinacionales del mundo, y los nómadas escitas-sármatas dominaron las vastas mesetas de Rusia y Siberia occidental durante siglos, con un grupo de guerreras sármatas incluido que probablemente sirvió de inspiración para la leyenda griega de las Amazonas.[5] [6] Además, según algunos académicos, las diversas religiones de los pueblos iranios, incluyendo el zoroastrismo y el maniqueísmo, han servido como importantes influencias filosóficas en el judeo-cristianismo.[7] Las primeras tribus iranias fueron los antepasados de otras muchas tribus y pueblos, incluyendo los persas, los kurdos, los pashtunes y otros muchos grupos menores. Los pueblos iranios del sur sobrevivieron a las conquistas de Alejandro Magno, a los intentos de dominio cultural de los árabes musulmanes, y a los asaltos devastadores de los mongoles, mientras que los pueblos iranios del norte fueron asimilados por los eslavos y otros pueblos europeos.

Imperio medio.

Media (en persa antiguo Mâda, en idioma kurdo Mâd), antiguo reino tribal en el oeste del actual Irán. Su capital fue Ecbatana.

Media constituye un problema para los estudiosos que tratan de describir este antiguo imperio. Las pruebas de que se disponen son poco fidedignas: consisten en algunos hallazgos arqueológicos, algunas referencias en textos cuneiformes asirios y babilonios, la inscripción de Behistún persa, las obras Los nueve libros de historia del historiador griego Heródoto de Halicarnaso y Pérsica de Ctesias de Cnido, y un par de capítulos en la Biblia. El problema es que los hallazgos arqueológicos no están claros, que los textos orientales no ofrecen demasiada información, que los autores griegos no son muy fiables, y que parece que algunos libros bíblicos estuvieron influidos por Heródoto.

Bactrina

Bactria o Bactriana era el nombre griego del antiguo país ubicado entre el Hindu Kush (Parapamisos o Caucasus Indicus según los autores grecolatinos) al sur, y el Amu Daria (Oxo) al norte; su capital fue la ciudad de Bactra - llamada también "Zaraspa"- (actualmente Balkh). Estuvo localizado en los territorios que ahora comprenden el norte de Afganistán, el sur de Uzbekistán y Tayikistán.

Bactriana limitaba por el este con la región antigua de Gandhara en el subcontinente indio, al oeste con la Drangiana y la Hircania y al norte con la Transoxiana, la Sogdiana y la extensísima Escitia Extra Imaus, al sur confinaba con la Aracosia; entre otros territorios, la Bactriana incluía a los de la Guriana, la Bubacena, la Parapamisade y el llamado "país de los marucenos". El idioma "clásico" de Bactria era un idioma iraní de la subfamilia indoirania, de la familia indoeuropea.

Los bactrianos son una de las líneas hereditarias de los hoy modernos tayikos de Asia Central, así como posiblemente de los pashtunes. Algunos historiadores creen que el nombre moderno de "tayik" se originó de "Ta-Hia" o Daxia, nombre chino antiguo para la región (en chino medieval se pronunciaba como: "Datguea"); por su parte los antiguos hindúes la denominaban Bahlikā.

Sogdiano.

Los sogdianos fueron un pueblo de lengua irania que vivieron en una zona que ocupa parte del actual Tayikistán y de Uzbekistán y que englobaba las ciudades de Samarcanda y Bujara.

Los estados sogdianos, aunque nunca estuvieron unidos políticamente, se centraron alrededor de la ciudad de Samarcanda. Estaban al norte de Bactriana, entre el Oxus (Amu Daria y el Jaxartes (Sir Daria) y abarcaba el fértil valle del Zeravshan. Durante la alta Edad Media, el territorio se extendió hacia el norte gracias a una política de asentamientos coloniales más allá del lago Issyk-Kul.

La roca Sogdiana de Ariamzez, una fortaleza, fue capturada en el 327 a. C. por las tropas de Alejandro Magno que unió Sogdiana y Bactriana en un única satrapía. Posteriormente se integró en el reino Grecobactriano, fundado por Diodoto I, hasta que los escitas lo ocuparon a mediados del tercer siglo A.C.

Los sogdianos ocuparon una posición clave en la ruta de la seda y desempeñaron un destacado papel facilitando las transacciones comerciales entre China y Asia central. Iniciaron sus contactos con China después de que el explorador Zhang Qian les visitara durante el reinado del Emperador Wu. Qian escribió un informe sobre su visita a Asia central.

Tras la visita y el informe de Zhang Qian, las relaciones comerciales chinas con Asia central y los sogdianos florecieron; China envió numerosas misiones a la zona durante el siglo I a. C. sin embargo, los comerciantes sogdianos eran menos importantes que otros mercaderes de la ruta de la seda como los indios y los bactrianos.

Los sogdianos era famosos por su tolerancia hacia las diferentes creencias religiosas. El Budismo, el maniqueísmo, el Nestorianismo y el Zoroastrismo tenían numerosos seguidores. Los sogdianos sirvieron para la transmisión del Budismo a través de la ruta de la seda, hasta el periodo de la invasión musulmana del siglo VIII. Gran parte de la información sobre la cultura sogdiana y de su idioma procede de los numerosos textos religiosos que dejaron escritos.

El idioma de los sogdianos, el idioma sogdiano, pertenecía al grupo iranio de las lenguas indoeuropeas y estaba estrechamente relacionado con el bactriano, otro de los principales idiomas hablados en la región. El idioma sogdiano utilizaba diversos sistemas de escritura, todos derivados del alfabeto arameo.

La mayoría de los sogdianos se fueron mezclando de forma gradual con otros grupos como los bactrianos, los turcos o los persas del imperio aqueménida y empezaron a hablar en idioma persa (los actuales tayikos) o (tras la conquista túrquida de Asia Central) en uzbeko; son los orígenes de los actuales pueblos uzbeko y tayiko.

Persia.

Antiguo país de Medio Oriente, al este de Mesopotamia, sobre el actual territorio de Irán.

Los persas eran un pueblo adscrito al grupo de los arios, conjunto de tribus nómadas cuya localización original radicaba probablemente en las llanuras del sur de Rusia y Ucrania. Aproximadamente entre el año 2000 y el 1800 antes de nuestra era, los arios iniciaron su migración: algunos se desplazaron hacia el subcontinente indio, mientras que otros orientaron sus pasos más hacia el oeste a través de Irán y penetraron hasta el norte de Mesopotamia y Siria. Alrededor del año 1400 a. C., un tercer grupo de arios -que incluiría a los persas- se trasladó hacia el interior de Irán procedentes del noroeste.

Los persas pertenecían a la familia lingüística de los indoeuropeos y se instalaron en el Irán, meseta de Asia vecina de la mesopotamia (Daniel Serebrennik), a mediados del segundo milenio a. C.

Persia ha sido ocupada sucesivamente por una serie de pueblos e imperios:


Mesopotamia antigua


Mesopotamia (del griego: Μεσοποταμία, "entre ríos", traducción del antiguo persa Miyanrudan, "la tierra entre los ríos", o del arameo Beth Nahrin, "entre dos ríos") es el nombre por el cual se conoce a la zona del Oriente Próximo ubicada entre los ríos Tigris y Éufrates, si bien se extiende a las zonas fértiles contiguas a la franja entre los dos ríos, y que coincide aproximadamente con las áreas no desérticas del actual Irak. El término alude principalmente a esta zona en la Edad Antigua.

Historia
a protohistoria de Mesopotamia es el periodo entre la prehistoria en Mesopotamia y la historia antigua de Mesopotamia.

Mesopotamia es el creciente fértil donde están los ríos Tigris y Éufrates. Al ser una cuenca hidrográfica con abundante agua permitió la instalación de pobladores por sus favorables características para el asentamiento y el abandono del nomadismo. El Éufrates era igualmente o más caudaloso que el Tigris, pero permitía la navegación y al encontrarse al sur provocó que el sur de Mesopotamia se desarrollase antes gracias a la facilidad de comerciar con barcas a través del río.

A partir del 5000 a. C. se produce la transición al periodo calcolítico, que comienza en el norte. Se empiezan a fabricar los primeros utensilios de cobre relegando a la industria lítica. Aperece una nueva alfarería más sofisticada. Aparecen cultivos (trigo, cebada, legumbres...) que suponen una extensión de la agricultura, además se empiezan a criar animales domésticos: corderos, cabras, bóvidos y cerdos.

La cultura más representativa es la del Tell Halaf que se extiende ampliamente por el norte de Siria hasta el Mediterráneo y hacia el sur por las cuencas del Tigris y del Éufrates. Esta cultura tenía hornos muy desarrollados, comerciaban con poblados de Anatolia y del golfo Pérsico, tenían un gran avance de la industria metalúrgica empezando por el plomo y un primer desarrollo del urbanismo.

La carencia de madera, piedra y metal hacía más difícil la sedentarización pero los pueblos mesopotámicos conseguían acceder a ellas gracias al comercio. El desarrollo de este comercio trae como consecuencia un importante desarrollo de la sociedad mesopotámica, lo que da lugar a la necesidad de organización a través de estructuras que cada vez son más complejas.



La antigua Mesopotamia es el período abarcado en la cuenca fluvial de los ríos Tigris y Éufrates desde la prehistoria hasta la caída del último imperio mesopotámico –el imperio caldeo o neobabilónico.

Lo que muere con la caída de Babilonia no es la civilización mesopotámica, sino la Mesopotamia independiente [...] Pero la civilización mesopotámica, aunque no desaparezca rápidamente, no hara más que sobrevivir.

Durante esta etapa, Mesopotamia mantuvo ciertos carácteres comunes que permiten definirla como una unidad histórica.[2] Algunas de las civilizaciones más destacadas de esta etapa fueron Sumeria, Acad, Asiria y Babilonia

Inicios del neolitico

Los antecedentes del Neolítico se situaron en el área de la cordillera del Tauro y la costa mediterránea cananea, mediante la transformación de los cazadores-recolectores en agricultores y ganaderos, entre los milenios XII y X.[4] Este cambio se fue haciendo más evidente en el natufiense (10000 - 8300 a. C.) en las áreas de Siria y Canaán principalmente. Entre 9300 y 4400 las formas protoneolíticas ya predominaban en estas áreas, además de empezar a notarse en Anatolia y los montes Zagros, regiones todas periféricas al área de Mesopotamia.[4]

En el interior de Mesopotamia, la agricultura y la ganadería se impusieron entre 6000 y 5000 a. C., suponiendo la entrada de lleno al Neolítico.[5] Durante este período, las nuevas técnicas de producción que se habían desarrollado en el área inicial del Neolítico se expandieron por las regiones más tardías, entre ellas la Mesopotamia interior.[5] Ello trajo el desarrollo de ciudades, entre las que se encontraban Buqras, Umm Dabaghiyah y Yarim tepe, y, más tardíamente, es-Sawwan y Choga Mami. Las culturas más características de este período son las cultura Hassuna-Samarra entre 5600 y 5000 a. C., y Halaf, entre 5600 y 4000 a. C. (Halaf tardío).



Civilizaciones antiguas

CIVILIZACIONES ANTIGUAS

Los primeros testimonios escritos referentes a la práctica de la medicina se hallan en Mesopotamia, alrededor del año 3000 a.C. A partir de este momento se produce en la cuenca del Mediterráneo el florecimiento, interacción y ocaso sucesivos de numerosas culturas, siendo ésta una época en la que las ciencias y las artes alcanzaron un desarrollo paralelo a los logros económicos y políticos de las distintas culturas. De forma paralela se desarrollaron otras culturas en regiones muy alejadas (China, India ...). Aunque prácticamente todas las culturas han realizado aportaciones a la ciencia médica, en la presente revisión nos vamos a referir de forma exclusiva a las culturas de nuestro entorno geográfico y a la historia de la cirugía occidental.

El primer imperio


Sargón de Akkad (acadio Sharrum-kin, "rey legítimo", "rey verdadero") (2334 a. C. – 2279 a. C. según la cronología media) fue la primera persona de la historia registrada en crear un imperio, el Imperio Acadio. Su imperio abarcó la región de los ríos Tigris y Éufrates, y parte de la actual Turquía. Su capital fue Acad (conocida también como Agadé).

La leyenda sumeria de Sargón presenta a su padre como La’ibum. Describe cómo Sargón se convirtió en el copero de Urzababa, el rey de Kish en Sumeria. Sargón tuvo un sueño en el que fue favorecido por la diosa Inanna, la cual ahoga a Ur-Zababa en un río de sangre. Sargón se lo cuenta a Urzababa; y éste intenta eliminar a Sargón, pero Inanna le previene. Ur-Zababa envía a Sargón al rey Lugalzagesi de Uruk con un mensaje en una tabla de arcilla sobre matar a Sargón. Sin embargo los sobres no se habían inventado todavía (la leyenda parece estar perdida en este punto, supuestamente describe cómo Sargón llega a hacerse rey).

En la batalla de Uruk, aprox. 2271 adC. vencio con cerca de 5.000 hombres a Lugalzagesi, pasando a dominar Mesopotamia.


De la lista de reyes sumerios: "en Agadé, Sargón, cuyo padre era jardinero, el copero de Urzababa, llegó a ser rey de Agadé, quien construyó Agadé, gobernó durante 56 años". Desconcertantemente, Urzababa y Lugalzagesi están listados como reyes, pero varias generaciones aparte, sin embargo se supone que Urzababa tenía que haber vivido en el palacio de Kish mucho después de perder su reino de Sumeria.

Un texto asirio del siglo VII aC que se presente la autobiografía Sargón afirma que el gran rey era el hijo ilegítimo de una sacerdotisa. En el texto Sargón cuenta su nacimiento y su primera infancia se describen así: "Mi madre fue una gran sacerdotisa, mí padre no lo conocí. Los hermanos de mi padre amaba las colinas. Mi ciudad es Azupiranu, que está situado a orillas del Éufrates. Mí madre me concibió, en secreto, ella me llevaba. Ella me de una cesta de junco, sellada con el betún que mi tapa. Ella me emitidos en el río que pasó sobre mí. El río me llevaba y me llevó a akki, el cajón de agua. Akki, el cajón de agua, me tomó como su hijo y se ha criado conmigo. Akki, el cajón de agua, me designó como su jardinero. Aunque yo era un jardinero, Ishtar me concedió su amor, y para cuatro y [...] años he ejercido monarquía [15]. Sargón es el sucesor de Lugalzagesi y fundador de una nueva dinastía. Sus hijos son Rimush, Manishtushu y su hija Enheduanna, la que fue autora de diversos himnos acadios.

Historia antigua

La Edad Antigua es la época histórica que coincide con el surgimiento y desarrollo de las primeras civilizaciones o civilizaciones antiguas.

El concepto más tradicional de historia antigua presta atención al descubrimiento de la escritura, que convencionalmente la historiografía ha considerado el hito que permite marcar el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia, dada la primacía que otorga a las fuentes escritas frente a la cultura material, que estudia con su propio método la arqueología. Otras orientaciones procuran atender al sistema social o el nivel técnico. Recientemente, los estudios de genética de poblaciones basados en distintas técnicas de análisis comparativo de ADN y los estudios de antropología lingüística están llegando a reconstruir de un modo cada vez más preciso las migraciones antiguas y su herencia en las poblaciones actuales.[1]

Sea cual fuere el criterio empleado, coincide que en tiempo y lugar unos y otros procesos cristalizaron en el inicio de la vida urbana (ciudades muy superiores en tamaño y diferentes en función a las aldeas neolíticas), la aparición del poder político (palacios, reyes), de las religiones organizadas (templos, sacerdotes), una compleja estratificación social, esfuerzos colectivos de gran envergadura que exigen prestaciones de trabajo obligatorio e impuestos, y el comercio de larga distancia (todo lo que se ha venido en llamar «revolución urbana»);[2] nivel de desarrollo social que por primera vez se alcanzó en la Sumeria del IV milenio a. C., espacio propicio para la constitución de las primeras ciudades-estado competitivas a partir del sustrato neolítico que llevaba ya cuatro milenios desarrollándose en el «Creciente fértil».[3] A partir de ellas, y de sucesivos contactos (tanto pacíficos como invasiones) de pueblos vecinos (culturas sedentario-agrícolas o nómada-ganaderas que se nombran tradicionalmente con términos de validez cuestionada, más propios de familias lingüísticas que de razas humanas: semitas, camitas, indoeuropeos, etc.), se fueron conformando los primeros estados de gran extensión territorial, hasta alcanzar el tamaño de imperios multinacionales.

Procesos similares tuvieron lugar en diversos momentos según el área geográfica (sucesivamente Mesopotamia, el valle del Nilo, el subcontinente indio, China, la cuenca del Mediterráneo, la América precolombina y el resto de Europa, Asia y África); en algunas zonas especialmente aisladas, algunos pueblos cazadores-recolectores actuales aún no habrían abandonado la prehistoria mientras que otros entraron violentamente en la edad moderna o contemporánea de la mano de las colonizaciones del siglo XVI al XIX.

Los pueblos cronológicamente contemporáneos a la Historia escrita del Mediterráneo Oriental pueden ser objeto de la Protohistoria, pues las fuentes escritas por romanos, griegos, fenicios, hebreos o egipcios, además de las fuentes arqueológicas, permiten hacerlo.

La Antigüedad clásica se localiza en el momento de plenitud de la civilización grecorromana (siglo V a. C. al II d. C.) o en sentido amplio, en toda su duración (siglo VIII a. C. al V d. C.). Se caracterizó por la definición de innovadores conceptos sociopolíticos: los de ciudadanía y de libertad personal, no para todos, sino para una minoría sostenida por el trabajo esclavo; a diferencia de los imperios fluviales del antiguo Egipto, Babilonia, India o China, para los que se definió el impreciso categoría de «modo de producción asiático», caracterizados por la existencia de un poder omnímodo en la cúspide del imperio y el pago de tributos por las comunidades campesinas sujetas a él, pero de condición social libre (pues aunque exista la esclavitud, no representa la fuerza de trabajo principal).[4]

El final de la Edad Antigua en la civilización occidental coincide con la caída del Imperio romano de Occidente (en el año 476; el Imperio romano de Oriente sobrevivió toda la Edad Media hasta 1453 como Imperio bizantino), aunque tal discontinuidad no se observa en otras civilizaciones. Por tanto, las divisiones posteriores (Edad Media y Edad Moderna) pueden considerarse válidos sólo para aquélla; mientras que la mayor parte de Asia y África, y con mucha más claridad América, son objeto en su historia de una periodización propia.

Algunos autores culturalistas hacen llegar la Antigüedad tardía europea hasta los siglos VI y VII, mientras que, la escuela "mutacionista" francesa la extiende hasta algún momento entre los siglos IX y XI. Distintas interpretaciones de la historia ponen el acento en cuestiones económicas (transición del modo de producción esclavista al modo de producción feudal, desde la crisis del siglo III); políticas (desaparición del imperio e instalación de los reinos germánicos desde el siglo V); o ideológicas, religiosas (sustitución del paganismo politeísta por los monoteísmos teocéntricos: el cristianismo —siglo IV— y posteriormente el islam —siglo VII—), filosóficas (filosofía antigua por la medieval) y artísticas (evolución desde el arte antiguo —clásico— hacia el arte medieval —paleocristiano y prerrománico—).[5]

Las civilizaciones de la Antigüedad son agrupadas geográficamente por la historiografía y la arqueología en zonas en que distintos pueblos y culturas estuvieron especialmente vinculados entre sí; aunque las áreas de influencia de cada una de ellas llegaron en muchas ocasiones a interpenetrarse e ir mucho más lejos, formando imperios de dimensiones multicontinentales (el Imperio persa, el de Alejandro Magno y el Imperio romano), talasocracias (‘gobierno de los mares’) o rutas comerciales y de intercambio de productos e ideas a larga distancia; aunque siempre limitadas por el relativo aislamiento entre ellas (obstáculos de los desiertos y océanos), que llega a ser radical en algunos casos (entre el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo). La navegación antigua, especialmente la naturaleza y extensión de las expediciones que necesariamente tuvieron que realizar las culturas primitivas de Polinesia (al menos hasta la Isla de Pascua), es un asunto aún polémico. En algunas ocasiones se ha recurrido a la arqueología experimental para probar la posibilidad de contactos con América desde el Pacífico. Otros conceptos de aplicación discutida son la prioridad del difusionismo o del desarrollo endógeno para determinados fenómenos culturales (agricultura, metalurgia, escritura, alfabeto, moneda, etc.) y la aplicación del evolucionismo en contextos arqueológicos y antropológicos.